¡Como en el cuento de Stridevolf! ¡Todo está en llamas! ¡Llego demasiado tarde!
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Como no tenemos cuarenta y cinco horas de sobra, supongo que podría contarte una partecita de una de las aventuras de Orbala, sekhema de sekhemas.Su segunda aventura tuvo lugar tres lunas antes de su baile con el escorpión. No era una sekhema en ese entonces, ni siquiera una {dekhara}. Todavía no se había corrido la voz sobre su primera aventura, pues solo su hermana sabía de la persecución que había emprendido contra los bandidos por la Lanza de Solerai que finalizó con Stridevolf en llamas, así que en ese momento aún era una desconocida.Por esa razón, inicialmente no dijo nada cuando un dignatario vaal insultó a su madre. Él era devoto de Arakaali, y quiso darse el gusto con algunas actividades innombrables. Cuando la madre de Orbala lo rechazó, respondió con palabras repugnantes y se marchó.Orbala no podía permitir esto. Salió de su hogar en la oscuridad de la noche y siguió al séquito del dignatario a través de muchos caminos desconocidos del bosque. Lo encontró bañándose en la desembocadura del segundo río de Keth, Halani. Con una puntería perfecta, atravesó su garganta con una única flecha.Fue entonces cuando su séquito apareció y explicó que él solo era un espía maraketh cumpliendo un rol, y que su insulto había tenido el objetivo de crear una reputación que lo precediera.Orbala tuvo que hacer una elección: enfrentarse a la justicia de las llanuras por haber asesinado a este importante agente, o vestir sus ropas y cumplir su misión de interpretar a un dignitario vaal en su lugar para que las sekhemas pudieran analizar las amenazas en la frontera entre ambos pueblos.Tuvo éxito con su treta y vivió muchas situaciones peligrosas y humorísticas, aunque esta aventura finalizó con Lira vaal en llamas.