Los Guardias Negros nunca dejarán de perseguir a alguien que consideren un traidor. Soy un peligro para todos a mi alrededor, y me queda poco en este mundo si no consigo un lugar donde ocultarme. Este parece un buen lugar para una guarida, pero está lleno de monstruos. ¿Podrías eliminar todas las cosas peligrosas?
— HelenaFirstHideoutRushed |
Esta parece una buena zona para construir una guarida, pero está llena de monstruos. ¿Puedes despejarla del peligro?
— HelenaHideoutHasMonsters |
Qué curioso.... con la muerte del último monstruo de este lugar, el mismo aire se siente diferente. Yo no usaría la palabra "purificación", pero definitivamente has eliminado el vicio de este lugar. Me quedaré aquí por ahora y me aseguraré de que no vuelva a aparecer nada peligroso.
— HelenaCongrats |
{Bienvenido a nuestra nueva guarida, exiliado. Empezaré a prepararla.}{Bienvenido a nuestra nueva guarida, exiliada. Empezaré a prepararla.}
— HelenaClaimHideout |
Recuperé el Artefacto de Transmutación del Aposento de Pecados, y creo que puedo ajustarlo para imbuir objetos con modificaciones mágicas. Esto puede involucrar una pequeña intromisión con fuerzas oscuras que no entendemos, pero tendremos que tomar ese riesgo. Wraeclast es un lugar peligroso, y nunca llegaremos a ninguna parte si no nos arriesgamos.
Siempre y cuando tratemos el proceso científicamente y lo enfoquemos metódicamente, deberíamos ser capaces de crear objetos que se ajusten a nuestras necesidades.
— HelenaCrafting |
Bueno, me he tomado la libertad de realizar algunas pruebas. Hay algunas modificaciones mágicas que el Artefacto de Transmutación puede hacer que siempre son seguras. Intenta mejorar un objeto ahora. Veamos si mis resultados se confirman.
— HelenaCraftingQuest |
{Cuando estés ahí fuera, trata de estar atento a otras posibles ubicaciones para guaridas. Los Guardias Negros nunca se rinden, y es posible que eventualmente lleguen a este lugar. Quiero tener una ubicación de respaldo lista para usar en caso de que necesitemos hacer un escape de emergencia.}{Cuando estés ahí fuera, trata de estar atenta a otras posibles ubicaciones para guaridas. Los Guardias Negros nunca se rinden, y es posible que eventualmente lleguen a este lugar. Quiero tener una ubicación de respaldo lista para usar en caso de que necesitemos hacer un escape de emergencia.}
— HelenaOtherHideouts |
Creo que he encontrado otra ubicación que podría ser una buena guarida. Una vez que te deshagas de sus residentes actuales, podemos mudarnos. ¿Puedes ocuparte de ello con esas particulares habilidades que posees?
— HelenaOutsideOtherHideouts |
Tiene buenas intenciones. Eso es lo más destacable que puedo decir acerca de él. Nunca he visto ningún indicio de hostilidad en sus acciones, pero sus palabras a veces se alejan de su intención inicial, y su risa puede resultar un tanto demasiado alegre. Me temo que la exposición al Sulfito Voltáxico está envenenando su mente.
Pero a pesar de eso, puede que sea la persona más calificada en Wraeclast en lo referente a los misterios bajo la tierra, y bajo la tierra es exactamente donde han acabado miles de años de historia a lo largo del tiempo.
— HelenaOnNiko |
Con ese libro sobre taumaturgia de la sangre Vaal, Alva ha accedido a un poder con el que los eruditos han soñado desde hace siglos. Viajar en el tiempo suena demencial y absurdo, pero he sido testigo de sus incursiones.
Que ella elija aprovechar esas incursiones únicamente para su propio beneficio es tanto una maldición como una bendición. Sí, podríamos hacer mucho más con el poder de visitar el pasado, pero sus intereses también mantienen estable la línea temporal. No puedo imaginar lo que nos pasaría aquí y ahora si, por ejemplo, tratáramos de volver y asesinar a Malachai para evitar el Cataclismo.
¿Dejaríamos de existir? ¿O simplemente crearíamos un segundo Wraeclast, uno en el que el Cataclismo nunca ocurriera? Uno podría volverse loco pensando en ello...
— HelenaOnAlva |
{Cuando vi a Einhar por primera vez, lo subestimé. Viniendo del más pobre de los ezomitas, quienes ya son un grupo de gente bastante golpeado en esta región del mundo, me pareció que Einhar era la clase de persona que podría contribuir algo de músculo a nuestra causa, pero no mucho más.
Qué equivocada estaba. Si alguien puede descifrar el oscuro conjuro que afecta a las criaturas de Wraeclast, es él. He estado buscando la fuente de todo esto, alguna ecuación o patrón general, pero sin saberlo ha tomado un enfoque empírico. Al aprender sobre los animales corruptos y aprender de ellos, y las energías que contiene su sangre, ha hecho más para mejorar nuestro conocimiento sobre el problema que lo que yo podría haber hecho jamás.
Un día, puede que él llegue a resolver los síntomas de la corrupción sin siquiera entender la raíz que la origina. No te equivoques, exiliado, eso es... impresionante. Un enfoque humanístico de fuerza bruta para un problema cósmico.
}{Cuando vi a Einhar por primera vez, lo subestimé. Viniendo del más pobre de los ezomitas, quienes ya son un grupo de gente bastante golpeado en esta región del mundo, me pareció que Einhar era la clase de persona que podría contribuir algo de músculo a nuestra causa, pero no mucho más.
Qué equivocada estaba. Si alguien puede descifrar el oscuro conjuro que afecta a las criaturas de Wraeclast, es él. He estado buscando la fuente de todo esto, alguna ecuación o patrón general, pero sin saberlo ha tomado un enfoque empírico. Al aprender sobre los animales corruptos y aprender de ellos, y las energías que contiene su sangre, ha hecho más para mejorar nuestro conocimiento sobre el problema que lo que yo podría haber hecho jamás.
Un día, puede que él llegue a resolver los síntomas de la corrupción sin siquiera entender la raíz que la origina. No te equivoques, exiliada, eso es... impresionante. Un enfoque humanístico de fuerza bruta para un problema cósmico.
}
— HelenaOnEinhar |
He oído hablar de Zana en Oriath. Hasta he experimentado algo del desdén por ella y la gente como ella que Dóminus quería que sintiera la comunidad científica "aprobada por la iglesia". Ahora que esas mentiras ya fueron desestimadas, puedo ver que es una mujer de ciencia como yo, y que está completamente dedicada a su causa.
Las fuerzas que enfrenta son ortogonales a las preocupaciones de esta vida. Antes que nada, debo preocuparme de los problemas logísticos y políticos del mundo real de Wraeclast, pero reconozco que nos está protegiendo a su manera.
— HelenaOnZana |
Creo que el estado de existencia de Navali es curioso. Está presente, es sabia y es capaz de dirigir sus acciones con autonomía. En una tierra donde los muertos se levantan continuamente como monstruos que solo piensan en destrucción, Navali llama la atención por ser un caso aparte. Sospecho que es confiable solo gracias a algo de esencia karui que aún queda de su vida anterior, y que aporta honor, deber y respeto. Si Piedad o Dóminus volvieran en un estado así, las consecuencias serían inimaginables.
— HelenaOnNavali |
{Jun no habla con nadie. Está claro que no está acostumbrada a confiar en extraños. Después de observarla, creo que está lidiando con la pérdida de su akhara volcándose completamente hacia su misión. Eso es admirable, pero peligroso. Mantenla a salvo, exiliado.}{Jun no habla con nadie. Está claro que no está acostumbrada a confiar en extraños. Después de observarla, creo que está lidiando con la pérdida de su akhara volcándose completamente hacia su misión. Eso es admirable, pero peligroso. Mantenla a salvo, exiliada.}
— HelenaOnJun |
¿La Orden de los Djinn es real? No tienes idea cuánto significa esto para mí como arqueóloga. Era una aprendiz, sí, pero mis colegas se rehusaban a escuchar a un nivel que me parecía absurdo. Estaba convencida de que había un patrón detrás de la ausencia de artefactos mitológicos. Mi convicción llegó a un punto tan alto que, si un colega me hablaba sobre alguna expedición que tenía en mente, y si buscaba algún artefacto de suficiente renombre mitológico, yo apostaba un mes entero de paga a que no estaría en su supuesto lugar de descanso.
Nunca perdí ninguna de esas apuestas, y ahora sé que tenía razón, aunque no sabía el nombre de la organización secreta de custodios de reliquias que había teorizado. Hasta ahora. La Orden de lo Djinn encontró y conservó todos esos artefactos poderosos hace mucho tiempo, y es una suerte que lo hicieran. Un poder así en manos de hombres como Dóminus hubiera sido una catástrofe.
— HelenaOnOrderOfTheDjinn |
{Mientras dormía, en mis sueños, sentí que estaba al borde de una revelación brillante. Sostenía uno de los pequeños orbes violetas de Navali en una mano, y mi otra palma estaba cortada en preparación para una de las incursiones de taumaturgia de Alva. En mi sueño era una balanza, balanceando estas dos fuerzas.
No, eran la misma cosa, y yo estaba atrapada en su vórtice eterno.
Y conmigo en ese vórtice, por encima, estaba la red de vida que me enseñó Einhar, gritando, chillando, rasgando y graznando. Por debajo estaban todas las pesadillas subterráneas que Niko ha revelado con sus excavaciones: calmas, fundidas, congeladas y rastreras.
Creía que yo era el centro de esas acciones de balance, pero no, exiliado, no era yo, pues yo estaba soñando. Zana estaba allí, adelante, forjando el sueño, lo irreal. Viéndola delante, ahora veía que yo estaba detrás, creando lo físico, lo real. Yo no era el centro, eras tú.
¿Entiendes este sueño, exiliado? Aunque no signifique nada, sigue reflejando la realidad. Todos nosotros tenemos un extremo de un eje imposible, y tú unes todas estas fuerzas.
Y juntos enfrentamos la tormenta.}{Mientras dormía, en mis sueños, sentí que estaba al borde de una revelación brillante. Sostenía uno de los pequeños orbes violetas de Navali en una mano, y mi otra palma estaba cortada en preparación para una de las incursiones de taumaturgia de Alva. En mi sueño era una balanza, balanceando estas dos fuerzas.
No, eran la misma cosa, y yo estaba atrapada en su vórtice eterno.
Y conmigo en ese vórtice, por encima, estaba la red de vida que me enseñó Einhar, gritando, chillando, rasgando y graznando. Por debajo estaban todas las pesadillas subterráneas que Niko ha revelado con sus excavaciones: calmas, fundidas, congeladas y rastreras.
Creía que yo era el centro de esas acciones de balance, pero no, exiliada, no era yo, pues yo estaba soñando. Zana estaba allí, adelante, forjando el sueño, lo irreal. Viéndola delante, ahora veía que yo estaba detrás, creando lo físico, lo real. Yo no era el centro, eras tú.
¿Entiendes este sueño, exiliada? Aunque no signifique nada, sigue reflejando la realidad. Todos nosotros tenemos un extremo de un eje imposible, y tú unes todas estas fuerzas.
Y juntos enfrentamos la tormenta.}
— HelenaOnThesePeople |
Quizá solo sea paranoia, pero temo que aquellos fieles al Alto Templario pueden seguir tras de mí. ¿Tienes algo de espacio para mí en tu guarida?
— HelenaInviteToHideout |
{Adiós por ahora, exiliado.}{Adiós por ahora, exiliada.}
— HelenaDismissFromHideout |
Muchos de los Guardias Negros siguen vivos y dispersos por todo Wraeclast, pero la organización sufrió daños estructurales después de lo que ocurrió en Oriath. No quisiera encontrarme con un grupo de ellos, especialmente cuando comienzan a poner hambrientos y desesperados, pero creo que su búsqueda concreta por nosotros ha terminado. Eso nos dará algo de espacio para enfrentar nuevos problemas.
— HelenaOnOriath |
Malachai dio este Artefacto de Transmutación a Malígaro él mismo en persona. Me hace sentir increíblemente incómoda pensar en los horrores que ayudó a crear.
Pero debo recordarme a mí misma que la ciencia no es responsable por lo que ocurrió en el Aposento de Pecados. La ciencia provee herramientas a la humanidad para que manipule el mundo. Depende de cada uno de nosotros elegir hacer el bien o el mal con el poder que se nos provee.
Malígaro fue el mal responsable, y Malachai antes que él. Juntos, tú y yo comenzaremos a usar este Artefacto para deshacer el daño que hicieron.
— HelenaTransmutiaDevice |
{En Oriath no era ninguna niña maravilla, pero me enorgullecían los pequeños logros que podía conseguir con el estricto set de ciencias que se me permitían. La arqueología era mi especialidad, y Dóminus y los de su clase tenían una fascinación poco común por los artefactos del pasado. Y a mí... me dijeron que era crucial. Que era importante porque podía indicar si un artefacto era verdaderamente Vaal solo pasando mi mano sobre los patrones gastados de la roca.
Puede que mi ego se haya vuelto muy grande para mi propio bien. Cuando la Legión de Ébano solicitó un arqueólogo para su expedición a Wraeclast y nadie se ofreció, solo pensé que mis colegas tendrían miedo a los peligros del continente.
No. Sabían más que yo. Nadie podía decirlo abiertamente, pero sabían. No supe la clase de sociedad a la que pertenecía hasta que vi las aspiraciones de Piedad. Estudié a los Vaal. Sabía todo acerca de su caída, o al menos nuestra percepción retorcida de ella, cortesía de los Templarios. El océano de matanza de Piedad... los Vaal llamaban a su arrogancia el Ápice del Sacrificio. El Imperio Eterno llamó a la suya la Rebelión de la Pureza. Nosotros llamamos a la nuestra el Templo de Lunaris.
Y no sé nada, exiliado. Nada de nada.
Excepto que estamos condenados a repetir los errores del pasado a menos que aprendamos de la forma difícil.}{En Oriath no era ninguna niña maravilla, pero me enorgullecían los pequeños logros que podía conseguir con el estricto set de ciencias que se me permitían. La arqueología era mi especialidad, y Dóminus y los de su clase tenían una fascinación poco común por los artefactos del pasado. Y a mí... me dijeron que era crucial. Que era importante porque podía indicar si un artefacto era verdaderamente Vaal solo pasando mi mano sobre los patrones gastados de la roca.
Puede que mi ego se haya vuelto muy grande para mi propio bien. Cuando la Legión de Ébano solicitó un arqueólogo para su expedición a Wraeclast y nadie se ofreció, solo pensé que mis colegas tendrían miedo a los peligros del continente.
No. Sabían más que yo. Nadie podía decirlo abiertamente, pero sabían. No supe la clase de sociedad a la que pertenecía hasta que vi las aspiraciones de Piedad. Estudié a los Vaal. Sabía todo acerca de su caída, o al menos nuestra percepción retorcida de ella, cortesía de los Templarios. El océano de matanza de Piedad... los Vaal llamaban a su arrogancia el Ápice del Sacrificio. El Imperio Eterno llamó a la suya la Rebelión de la Pureza. Nosotros llamamos a la nuestra el Templo de Lunaris.
Y no sé nada, exiliada. Nada de nada.
Excepto que estamos condenados a repetir los errores del pasado a menos que aprendamos de la forma difícil.}
— HelenaEducation |
Todos estamos en deuda contigo por lo que has hecho. Oriath está en pie solo gracias a tu heroísmo. Por mi parte, continuaré ayudándote de cualquier forma que pueda.
— HelenaPostKitava |
No podría esperar mejores resultados. Ten en cuenta que el artefacto necesita reactivos especiales para funcionar, por lo que no todos los usos serán tan sencillos.
— HelenaCraftingComplete |
{Exiliado… ¡Exiliado, despierta!}{Exiliada… ¡Exiliada, despierta!}
— HelenaWakeUp |
El comandante Kirac ha solicitado tu presencia en la Sala de guerra.
— HelenaRequestYourPresence |
Ve a través del túnel.
— HelenaThroughTheTunnel |
Cuesta creer que ha pasado un año desde que acabaste con Kitava. Este lugar ya casi empieza a sentirse como un hogar. Dejé atrás un pedazo de mi corazón en Oriath, aunque sé que nunca podremos regresar allí. Pasaron demasiadas cosas terribles en esa isla. Creo que concuerdo con el sentimiento popular, y la isla estaba maldita en cierta forma.
— HelenaOnKitavaDefeat |
Cuando lo pienso bien, el sufrimiento de Oriath fue casi completamente culpa de su gente. No del pueblo, eso sí. De las personas con poder. Los Templarios crearon una sociedad en la que monstruos como Dóminus y Piedad no solo llegaron al poder, sino que después usaron ese poder para dañar a todo Wraeclast. Esclavizar a los Karui llevó directamente a que el culto de Kitava desatara el caos, y, por supuesto, la tiranía de Inocencia surgió de la ciega y fanática fe que le dieron. Y posteriormente, todo el tema con Sirus...
— HelenaOnOriathCurse |
Esa fue la gota que derramó el vaso para Oriath. Podríamos haber reconstruido las cosas después de la destrucción de Kitava si no hubiese sido por el ataque sorpresa de Sirus. Kirac era un oficial menor en la Vanguardia en ese entonces, y tuvo que trabajar con exiliados y radicales en reinos extraños y exóticos para tratar de controlar la situación... pero Sirus era demasiado peligroso para ser contenido. Dudo que siquiera tú pudieras haberlo detenido si hubieses estado allí. No sé exactamente cómo ganaron, porque Kirac nunca habla al respecto, pero sé que muchas personas murieron.
— HelenaOnSirus |
Somos la respuesta del pueblo a la locura de Wraeclast. Ya hemos tenido suficiente con la Corrupción, los Dioses y los posibles dictadores. En el último año, más o menos, la Vanguardia ciudadana se embarcó en una guerra celestial secreta en un reino llamado el Atlas, y hemos perdido a muchos hombres valientes en batalla. Necesitamos todos los soldados posibles, así que es el momento de que pongas en práctica tu fuerza y tu sabiduría.
— HelenaOnCitizenVanguard |
Servir bajo el mando de Kirac en la Vanguardia ciudadana durante el último año sin duda ha sido gratificante. Es una causa mucho más noble que ayudar a los Guardias negros. No sé si las atrocidades de Piedad podrán corregirse verdaderamente algún día, pero seguiré intentándolo hasta que muera.
— HelenaOnNewRole |
La historia, como me la enseñaron en Oriath, ahora parece muy sesgada. Hubo muchos eventos que se ocultaron del ojo público, y el uso de artefactos de mapas a través de los años fue uno de esos secretos. Sabemos que Malígaro experimentó con uno. También había un artefacto de mapas en posesión de los Templarios, aunque no sabían lo que tenían. Hasta donde sabemos, los artefactos de mapas pueden abrir portales casi hacia cualquier lado, incluso a lugares fuera de este mundo. Generalmente lo usamos para entrar al Atlas, aunque algunos de los exiliados con los que trabajamos viajaron hacia los dominios de los Señores de fisura. Nunca volvimos a saber nada de esos exiliados, claro está, pero los portales funcionaron.
— HelenaOnTheMapDevice |
¿Por dónde comienzo? Esa mujer ha tenido una vida muy poco común. Cuando era una niña, el Alto templario Venarius le asignó la tarea a su padre de que trabajara en lo que terminaría siendo un artefacto de mapas. Tanto su padre como el Alto templario acabaron por desaparecer en los portales de ese artefacto, y ella creció siendo huérfana. Esa experiencia, como podrás imaginar, hizo que se concentrara en aprender los secretos del artefacto de mapas. Fue su trabajo el que permitió todo esto. Que la Vanguardia pudiera asentarse en el Atlas. El esfuerzo contra los locos Asesinos del Antiguo. Ella incluso trabajó inicialmente con el exiliado que la Especialista eligió como primer juguete. Pero cuando Sirus murió... ella abandonó. Se adentró en el Atlas, y nunca más volvimos a verla.
— HelenaOnZanaCaeserius |
Desafortunadamente no sé mucho sobre el Alto templario Venarius. La historia que estudio suele ser más antigua. Sin embargo, como oriathana, he escuchado los mismos rumores que todos los demás, que tienen décadas. Fue horrible lo que le hicieron a su madre... si es verdad.
— HelenaOnVenarius |
No sé tanto del Antiguo como debería, pero, por lo que entiendo, era una entidad de otro mundo que se alimentó de la humanidad durante miles de años. Servía a una fuerza llamada Decaimiento. Hace poco, los Asesinos del Antiguo derrotaron al Antiguo con la ayuda de Zana Caeserius, pero eso solo parece haber causado otro problema. La ausencia del Antiguo implica que el Atlas es un trofeo desprotegido contra los voraces horrores del cosmos.
— HelenaOnTheElder |
Aunque parece que el control del Atlas está siempre en disputa, la primera guerra por el poder fue hace poco tiempo. Es difícil decir si el Antiguo lo creó o solo lo encontró en la antigüedad, pero el reino sirvió como refugio desde el cual pudo devorar a la humanidad durante miles de años. Hace veinte años, un hombre llamado Valdo Caeserius, el padre de Zana, quedó atrapado en el Atlas por las acciones del Alto templario Venarius. El padre de Zana obtuvo algo de poder sobre el Atlas y se convirtió en quien conocemos como el Creador. Llevó a cabo una guerra contra el Antiguo el mayor tiempo que pudo, hasta que su hija lideró a los Asesinos del Antiguo hacia una triunfante y definitiva victoria. Desafortunadamente, Valdo ya estaba perdido en ese entonces.
— HelenaOnTheFirstWar |
Ahora se los conoce mejor como los Asesinos del Antiguo, pero por un tiempo, la Vanguardia se enfrentó a Baran, Veritania, Drox y Al-Hezmin por el control del Atlas. El líder de los Asesinos del Antiguo, Sirus, era mucho más poderoso que los demás. Antes de que todos enloquecieran, se sacrificó para ayudar a sellar al Antiguo, y creyeron que había muerto... hasta que de algún modo regresó, lleno de dolor y hastío. Logró escapar del Atlas solo y volcó su desesperación sobre Oriath durante nuestros esfuerzos de reconstrucción. Como verás, eso causó una evacuación, y nunca regresamos.
— HelenaOnTheConquerors |
No puedo evitar sentir algo de esperanza en que la gente que reunimos sea parte de algo más grande. Somos todos muy distintos, pero algo nos reunió aquí y ahora. Alva, con su taumaturgia de sangre. Tane, con su ciencia oscura. Einhar, con su sabiduría natural. Niko, con sus habilidades mecánicas. Jun, con sus habilidades para el combate. El liderazgo de Kirac y tu fuerza me hacen confiar en que podremos manejar cualquier cosa que depare el futuro.
— HelenaOnThesePeople2 |
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