Criatura acechante: Tú... has renacido. Un maestro nuevo. Me inclino ante ti.

Criatura acechante: Dañar hay intención de daño. Uno espera y observa. Uno sirve.

Guerrero: Me abstendré de atacarte.

Bruja: Ya me caes bien, mascotita. Ahora me sirves a {mí}.

Criatura acechante: {Uno servirá. Uno siempre ha servido. Inalterado. }{Uno servirá. Uno siempre ha servido. Inalterado. }{El maestro cambia en la ausencia de Kulemak. Amanamu. Ulaman. Kurgal. Nunca Tecrod. }{El maestro cambia en la ausencia de Kulemak. Amanamu. Ulaman. Kurgal. Nunca Tecrod. }{Uno no cambia. }{Uno no cambia. }{Tú estás aquí. Tú eres el maestro hasta que ya no estés aquí.}{Tú estás aquí. Tú eres la maestra hasta que ya no estés aquí.}

Criatura acechante: ¿Regresaste a un comandante al Pozo? Kulemak te ve, maestro. Su llamado llegará a la superficie pronto...

Criatura acechante: No eres un liche. No eres un oscuro. ¿Qué eres?

Criatura acechante: Kulemak te llama. ¿Puedes oírlo? Él aguarda en las profundidades...

Criatura acechante: Kulemak se mueve en las profundidades. Kulemak crece una vez más. Lanza remanentes al Pozo... sus huesos... su carne. Él te recompensará, como lo recompensa a uno. La Fuente le da el poder.

Guerrero: ¿Todos los nigromantes obtienen su poder de este lugar?

Bruja: ¿Cómo puede ser que haya estado canalizando poder de ese lugar sin siquiera saber que existe?

Hechicera: ¿Estás diciéndome que todos los nigromantes que han existido... incluido Saresh... canalizaba su poder desde aquí?

Exploradora: ¿Cómo llegó la nigromancia a ser una plaga semejante?

Cazadora: Háblame sobre estos nigromantes, criatura.

Monje: Quiero saber más sobre nigromancia. Cuéntame.

Mercenario: Así que todos los jugosos nigromantes que he matado... ¿obtuvieron el jugo en este lugar?

Druida: Así que desde aquí brota el veneno... y los nigromantes lo beben con ganas.

Criatura acechante: El Pozo no existía. El Maestro debajo de todos se enfureció. Luego, el Pozo existía y siempre existió. Cuantos más de estos enfrentamos y destruimos, más almas viajaron hacia el Pozo. El inframundo exaltó a Kulemak. Se levantó y subió hacia la caverna infinita, donde soportó luz abrasadora y calor sin sentir ningún dolor. Para desatar la guerra, le otorgó poder a sus sirvientes, que se convirtieron en los señores liches. Estos señores liches le otorgaron poder a sus sirvientes, que se convirtieron en nigromantes. Nosotros hemos estado luchando tanto tiempo, el Pozo se arremolina... el inframundo se desborda... Incontables gritos se mezclan unos con otros en una exhalación que se puede oír hasta en la Caverna infinita.

Criatura acechante: Tú provienes de la Caverna infinita. No se ve ni una roca, solo fuego y vacío. Seres odiosos, creados a partir de carne, que se escabullen ante la luz abrasadora. Buscan desgarrarnos a nosotros. Destruirnos. Uno nunca ha sido. Uno sirve aquí. Uno siente miedo.

Criatura acechante: Kulemak sirve al Maestro debajo de todo. Los señores liche sirven a Kulemak. Uno sirve a quien sea que esté aquí... uno no sabe más que eso.

Criatura acechante: {Confundes a uno, maestro. Destruyes a nosotros, pero no a uno. ¿Uno te ha servido bien?}{Confundes a uno, maestra. Destruyes a nosotros, pero no a uno. ¿Uno te ha servido bien?}

Guerrero: No sería honorable asesinarte.

Bruja: Claro, mascota mía. No te preocupes.

Hechicera: No eres mi enemigo. Dejémoslo así.

Exploradora: Ellos me atacaron primero. Eso es todo.

Cazadora: Ah, no lo sé. Siento que no sería lo correcto.

Monje: Ambos servimos a un maestro. No es nuestra culpa.

Mercenario: Claro que sí. No quisiera estar aquí solo...

Druida: Has hecho lo que se te ha pedido. Dicho servicio es más que suficiente.

Criatura acechante: El abismo llama. La Fuente llama desde las profundidades. Las almas van bajando, atraídas por el llamado. Todas las almas que regresan son cuerpos inertes que siguen moviéndose. La Fuente otorga movimiento, más que vida.

Guerrero: Los no muertos... ¿qué quieres decir?

Bruja: ¡Eso no puede ser verdad!

Hechicera: ¿Estás hablando de nigromancia?

Exploradora: El corazón de todo lo que la vida aborrece.

Cazadora: ¿Te refieres a muertos vivientes?

Monje: ¡Hablas de los no muertos!

Mercenario: Ah, carajo, ¿te refieres a los no muertos?

Druida: No, eso no es vida. Es una mera pantomima.

Criatura acechante: Es correcto. El Pozo de las almas es la fuente de toda la nigromancia.

Criatura acechante: Sabes que es cierto, maestra. Tomas el poder desde la fuente. Lo canalizas usando tu alma.

Bruja: No. ¡Es mi propio poder!

Criatura acechante: Toda la nigromancia fluye desde el Pozo de las almas, desde la fuente de las profundidades. Mira hacia la luz, maestra. Mira su composición... su color...

Bruja: La luz del inframundo... es igual...

Criatura acechante: Cada cadáver que animas... cada hueso que invocas... cada alma que diriges...

Bruja: Es inquietante. Nunca supe... Nací sintiendo este... llamado... esta conexión...

Criatura acechante: {Sí, maestro. Acepta la muerte. Es un regalo... de la fuente.}{Sí, maestra. Acepta la muerte. Es un regalo... de la fuente.}

Criatura acechante: Enfrentaste a su recipiente. Está satisfecho. Lo enfrentarás de nuevo. Sí.

Guerrero: Este Pozo... ¿se puede explorar? ¿Qué contiene?

Bruja: Dime qué lugar es este, mascota.

Hechicera: ¿Se puede destruir el Pozo?

Exploradora: Ese Pozo es una abominación.

Cazadora: ¿Qué {es} este lugar?

Criatura acechante: El Pozo está... {Abajo}. De todos los lugares y caminos, está {abajo}. Tú también recibirás el llamado. No hay olvido. Solo gritos. Para siempre.

Guerrero: Que el Gran lobo me guarde...

Bruja: Eso suena profundamente desagradable.

Hechicera: Las pesadillas de Zarka eran realidad...

Exploradora: Espero que solo estés siendo poético...

Cazadora: Eso es una locura.

Monje: Sinceramente, espero que no sea verdad.

Mercenario: ¿Que carajo, amigo? Nah, estoy bien así.

Druida: Si no hay descanso en la muerte... entonces ella sigue sufriendo. Por mi culpa.